viernes, 27 de noviembre de 2009

PETRO, EL GENIO PRUDENTE Y COMEDIDO




Fotografías: Óscar Dacosta

Roi/Kiev

Todos estos días en Ucraina (que es como se debe de decir) no hubiesen sido viables sin Petro. Él es, sin lugar a ningún tipo de dudas, el "alma pater" de todo esto y además de ser nuestro guía, nuestro profesor, nuestro representante y nuestro traductor, se ha convertido en nuestro AMIGO con mayúsculas.

Petro sabe que se ha convertido en Pedro. Un sutil cambio para explicar que sus raíces ucranianas han entroncado a la perfección con la forma de vivir en España y en Leirado. Hace un par de semanas, antes de partir rumbo a su país de origen, se le veía nervioso. Sabíamos que había puesto muchas ilusiones en todo este proyecto y como es hombre de tener todo bien atado, las jornadas previas se hicieron intensas. Muchas llamadas y correos entre España y Kiev se registraron desde su móvil y su ordenador. Todo, para que las cosas hayan podido salir así de bien.

La historia de Petro no cabe en este post. De hecho, no cabe en todo este blog, pero hemos acordado que se merece un lugar destacado en él y por eso lo hemos dejado para el final. La guinda de toda tarta que se precie es siempre el bien más admirado y, valga la similitud, Petro es el que más sonrisas nos ha arrancado y al que más favores le debemos todos nosotros.

Por descifrar solo la punta del iceberg que lleva dentro, diremos que es un hombre experimentado en la vida. Nos ha enseñado donde nació, donde permanecen sus huellas de cuando solo era un crío, donde estudió y también donde hizo una de esas hazañas para las que no hay medallas (y en caso de que las inventasen, jamás podrían condecorar sufucientemente al que las porta). Nos referimos al día que hace unos cuatro años se despidió de su buen amigo Igor en un descampado como el que se despide después de unas largas vacaciones en el pueblo de los amigos de la infancia. Una mochila con las cosas realmente más básicas y un largo proyecto por delante: hacer el camino de Santiago. Nada raro, sobre todo ahora. Lo realmente extraordinario, es que Igor aparcó en un descampado de Kiev y Petro llegó, solo, caminando y no demasiado dañado a Galicia unos cuatro meses después. Ya se sabe que solo los más grandes hacen las cosas más grandes...

Pero Petro es mucho más que un peregrino estratosférico. Por aquel entonces ya vivía en España. Allí encontró el amor, allí reside y allí ha encontrado su hueco. Lleva años vigilando que todos los que estén a su alrededor sean felices y eso le sale a muy pocos. Ha compartido los buenos y malos momentos de los que se han quedado sin nada, de los que realmente lo necesitan todo y lo ha hecho sin preguntarles ni "cómos" ni "por qués". Les ha escuchado, les ha aconsejado y ahora ha hecho posible que las ayudas gallegas reviertan en su Kiev natal. Cuando pasas un rato con él, cuando escuchas la profundidad de sus ojos claros y cuando te propones aprender de él, todo lo demás se detiene en un lejano segundo plano. Petro es un genio en el sentido más amplio que queráis. Prudente y comedido como pocos hombres he conocido, ha logrado que el día a día en un contexto tan duro como el que hemos venido describiendo todos estos días, tenga una luz cálida y color amable.

Repito que sin Petro, nada de esto habría pasado. Asegura que en su vida se ha sabido amoldar a cada situación, y efectivamente, le sabe buscar las partes positivas a cada adversidad (damos fe). Nos ha dicho que aprendió hace años que "hay que perderle el miedo a los miedos de cada uno" y como predica con el ejemplo, algo de razón tiene que tener. Polifacético y trabajador incansable aúna virtudes que para reunirlas de nuevo haría falta citar a un regimiento entero. Petro no es capaz de echarse en brazos de la previsible rutina. La adrenalina de quien ha visto las nubes desde arriba y los rayos de sol penetrando el agua desde abajo, se encuentra en retos titánicos como el de llevar un camión repleto de Ayuda Humanitaria por toda Europa.

Petro es de esas personas con las que siempre es aconsejable llevar la grabadora encendida y creo que la Asociación de Solidaridad San Roque enviará muchos camiones más a Ucrania porque si hace falta, Petro los cargará personalmente y si es necesario conducirá por la senda que un día hizo a pie en el sentido contrario.

Desde aquí lanzo un profundo agradecimiento al hombre que ha sabido manejarse en todas y cada una de las situaciones que se han ido sucediendo como quien conoce las respuestas de las preguntas que se le van a formular. Porque entiendo que una de las virtudes más grandes del ser humano es saber tratar al niño más indefenso y al experto más cualificado con el registro que cada uno de ellos merece en cada ocasión. Y además, poniéndole la sonrisa que solo concede la humildad, el trabajo y el hecho de tener la conciencia tranquila.

Dudo que haya más como Petro, pero si realmente existen... quiero conocerlos!

1 comentario:

  1. Xustamente me preguntaba quen era o voso tradutor e, vaia, a verdade é que teño curiosidade por coñecervos a todos.

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